Hace muchos siglos, en un lugar muy lejano, existía una nación próspera que se extendía a lo largo y ancho de un vasto territorio. Esta nación fue bendecida con el poder de los cuatro elementos: tierra , agua , fuego y aire. Sin embargo, a medida que el tiempo pasaba, las tensiones comenzaron a surgir en el corazón de la nación porque entre sus habitantes había intereses muy distintos.
Sucedió lo inevitable. La nación se dividió en dos facciones: el Norte y el Sur. Esta división se extendió a los elementos, los cuales habían sido parte integral de la vida de la misma. Elementos de la misma familia se vieron obligados a separarse. Unos guerreros de Agua fueron al Sur y otros fueron al Norte. Y así sucedió con todos.
Las dos facciones se prepararon para una batalla sin precedentes, entrenando árduamente durante muchos años.
El día de la gran competencia llegó y las arenas de un vasto estadio se llenaron con los del Norte y los del Sur. Todos estaban a la expectativa para conocer cual de las facciones sería la más poderosa y cual de los elementos sería capaz de unificar a los suyos y conquistar a sus rivales.
Tú, guerrero, ¿a cual facción te unirás y cual elemento representarás?